Latina

Brasile : la guerriglia carceraria

Nei quattro anni che Frei Betto passò in carcere, fu costretto dalla dittatura a convivere con i prigionieri comuni. 35 anni dopo il sistema carcerario risulta peggiorato ; la questione non sembra una priorità del governo; l'estorsivo pagamento degli interessi sul debito pubblico impedisce di fare investimenti di carattere sociale, mentre si investe solo in nuove carceri
17 maggio 2006
Frei Betto (scrittore e frate domenicano, portavoce dei movimenti sociali)


La guerrilla carcelaria, desencadenada el fin de semana del 13 y 14 de mayo, visibiliza la precariedad del sistema carcelario brasileño. Si rejas y muros aseguran físicamente a los presos, los avances electrónicos y la negligencia de las autoridades permiten que, de dentro hacia afuera, comanden acciones criminales. Celulares ingresan en la barriga de la corrupción favorecida por los bajos sueldos que reciben policías y carceleros descalificados. Otros se hacen de la vista gorda ante las amenazas a sus familiares, blancos de los cómplices de los detenidos. Las facciones criminales, otrora recluidas al interior de las cárceles, hoy poseen ramificaciones en la calle y son comandadas para lo que antes parecía inverosímil: ¡el crimen organizado ataca la policía!

São Paulo vivió su fin de semana de Irak, con la policía cercada por tácticas de guerrilla: ataques sorpresivos, escaramuzas, etc. Y las reacciones de las autoridades no escapan de los viejos esquemas: imitar a Estados Unidos en la construcción de presidios (presuntamente) infranqueables; legalizar la pena de muerte; aumentar el pie de fuerza policiaco- militar. Nada que enfoque las causas de la criminalidad y la ineficiencia de nuestro sistema carcelario.

Entre Río y São Paulo hay cerca de 2,3 millones de jóvenes, entre 14 y 24 años, que no terminaron la educación básica. En ese contingente se encuentran el 80% de los asesinos y de los asesinados. En síntesis, no se reducirá la criminalidad sin educación de calidad, sin combate al desempleo y sin que los niños concurran a la escuela 8 horas diarias. La violencia no deviene de la miseria, y sí de la falta de educación. Y de una cultura belicista, como la de Estados Unidos, el país más violento del mundo, a pesar de ser el más rico. Sus cárceles encierran a más de 2 millones de personas.

Nuestro régimen penitenciario no difiere mucho del adoptado en la época de la esclavitud. Se amontonan presos en mazmorras exiguas; se mezclan autores de delitos distintos; se condena a todos a la más explosiva ociosidad. No hay cursos para alcanzar una profesión, ni reducción de penas de acuerdo con el progreso escolar. Ni tampoco hay actividades culturales, como teatro, pintura y música, o equipamientos y espacios adecuados para la práctica deportiva.

Como queso suizo, nuestras cárceles están repletas de agujeros por donde entran dinero y armas, celulares y drogas. El detenido es guardado, no reeducado; castigado, no recuperado. Y el alto precio de la penitencia -de donde viene penitenciaría- jamás es la absolución, y sí la exclusión social. El preso cumple la pena sin que el sistema lo prepare para la reinserción social, y sin que la sociedad se disponga para acogerlo. De ahí el alto índice de reincidencia.

La causa mayor de la criminalidad es la desigualdad social, que está reduciéndose en Brasil desde el 2001. La violencia intrínseca a las estructuras sociales, como la agraria, sustancialmente arcaica, provoca en los excluidos la reacción de revuelta. Se busca a hierro y fuego el “lugar al sol” tan enfatizado, indiscriminadamente, por la propaganda televisiva. Ella socializa el derecho de todos a la felicidad adinerada, ligada a los bienes de consumo. No hay por qué esperar de un joven empobrecido una actitud abnegada frente a su carencia y sufrimiento. La droga es el recurso más a mano para evadirse de esa realidad, sea por el “encantamiento” que proporciona, sea por el dinero fácil que atrae. ¿Y por qué obedecer las leyes si políticos corruptos y delincuentes de cuello blanco permanecen en libertad? ¿Si la muerte es cierta y la vida carece de sentido, por qué temer la ley del talión? Lo grave es cuando la sociedad y la policía deciden adoptarla, como si la eliminación de bandoleros significase la erradicación del crimen.

Hay que liberar los recursos públicos aprisionados por el excesivo ajuste fiscal y multiplicar la inversión en educación y en la reforma carcelaria. Caso contrario, en breve, la propia policía estará impregnada de este pavor que ataca a la población de nuestras grandes ciudades: el miedo de salir a las calles. (Traducción: ALAI)

- Frei Betto, escritor, es fraile dominico y asesor de movimientos sociales, autor de “Gosto de Uva” (Garamond), entre otros libros.

http://alainet.org/active/11492〈;=es

Articoli correlati

  • Nubi nere sul Brasile
    Latina
    Brasilia: assalto golpista a Praça dos Três Poderes

    Nubi nere sul Brasile

    I bolsonaristi vogliono trasformare il governo Lula in un calvario e destabilizzare il paese con il sostegno dell’esercito
    9 gennaio 2023 - David Lifodi
  • Trentotto ore per Lula
    Latina
    Il Brasile dopo Bolsonaro

    Trentotto ore per Lula

    Maria Monteiro Gomes ha fatto un lungo viaggio per assistere all’investitura di Lula da Silva. È al settimo cielo. Ma cosa significa il neo presidente per il Brasile?
    7 gennaio 2023 - Niklas Franzen
  • Il Brasile che verrà
    Latina
    Democrazia e stato di diritto restano sotto l’attacco dell’odio bolsonarista

    Il Brasile che verrà

    La nomina dei ministri ha rappresentato un primo atto di rottura rispetto al passato, ma solo agendo in sintonia con i movimenti sociali nascerà davvero un nuovo Brasile.
    5 gennaio 2023 - David Lifodi
  • Brasile: finalmente Lula!
    Latina
    Adesso per il presidente si apre una partita non meno complessa di quelle affrontate finora

    Brasile: finalmente Lula!

    Con il 50,9% Lula ha sconfitto Jair Bolsonaro (49,1%) in un difficile ballottaggio. La costituzione di un composito fronte antifascista, composto anche da forze di destra non bolsonariste, ha permesso a Lula di tornare al Planalto e sconfiggere il Messia Nero.
    31 ottobre 2022 - David Lifodi
PeaceLink C.P. 2009 - 74100 Taranto (Italy) - CCP 13403746 - Sito realizzato con PhPeace 2.6.44 - Informativa sulla Privacy - Informativa sui cookies - Diritto di replica - Posta elettronica certificata (PEC)