Colombia:il regime torna a rispondere con il terrore e la morte alla richiesta popolare di pace, giustizia e democrazia

Estos hechos traen recuerdos a toda la gente en Colombia. El otro Abril, las otras elecciones, cuando Jorge Eliécer Gaitán amenazo al régimen con una propuesta popular y democrática. El terror bañó de sangre al país entonces y el régimen se afianzó a través de la muerte y el magnicidio. A partir de entonces, cada vez que la paz, la justicia y la democracia amenazan al régimen, el terror y la muerte desde el régimen han actuado. Basta recordar lo que sabemos: 3000 asesinados de la Unión Patriótica, Carlos Pizarro, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, entre candidatos, Álvaro Gómez Hurtado y Jaime Garzón, entre personalidades políticas de sectores diversos, y miles de otros que hicieron parte de listas de muerte.

Ejecutados por el régimen, encubiertos por los medios. Por eso hay guerra en Colombia. Por eso quienes promueven la insurgencia armada han encontrado la justificación histórica para la violencia, por eso el país esta sumido en la sin salida a pesar de que el pueblo quiere la paz con justicia. El acumulado de experiencia de muerte que tiene el régimen en cometer estos crímenes, los enseña a planificar mejor y a encubrir con mayor eficiencia. Los actos de terror son acciones que generan reacciones, frente a las cuales el régimen evalúa, calcula y reacciona para alcanzar sus fines. El asesinato de Liliana Gaviria, hermana del ex Presidente Cesar Gaviria no solo recuerda la historia sino que habla por sí mismo de las intenciones represivas, anti-democráticas del régimen en complicidad con los medios. Por eso la reacción del establecimiento para salvar el régimen ante las verdades que reclaman la memoria y los pueblos, es la que se viene dando. Los medios y el Gobierno fabrican ahora mismo culpables y responsables imaginarios y presentan "pruebas" de su culpabilidad como si estas fantasías fueran la realidad. En consecuencia, hacen aparecer lo recurrente y lo más plausible como descabellado, imposible e innombrable. Encubren, así esto requiera asesinar autores materiales, encontrar chivos expiatorios, crear culpables y mezclar mentiras con verdades. El Presidente que ordenó quitarle la protección a la victima, ahora dice estar avergonzado porque ella estaba desprotegida y castigará a quienes cumplieron sus órdenes para tratar de salvar su imagen. Pero sabemos, el pueblo sabe, el mismo sabe, que la protección de la hermana de un ex Presidente en la oposición no se retira por decisión de un mando medio, sino por órdenes de la Casa de Nariño. Veamos lo más probable hasta el momento.

La presunción más obvia sobre la base de antecedentes históricos y comportamientos recientes es que:

1. El asesinato de Liliana Gaviria es un crimen motivado políticamente, que fue hecho por la derecha, desde el Estado y Gobierno, con el propósito de reprimir, por la vía del terror, la oposición al régimen y al proyecto de reelección.

2. Este tipo de acciones generalmente se realizan a través de una serie de asesinatos, aparentemente inconexos entre personas generalmente no relacionadas, en lugares diversos y con o sin afiliaciones políticas también diversas, generando terror y confusión, y justificando medidas represivas extraordinarias.

3. Eventualmente (y casi siempre tarde) se descubre lo anterior, pero los autores intelectuales quedan en la impunidad, los testigos y autores materiales son asesinados y queda claro que ésta es una estrategia sistemática y recurrente de horror, pero cuando se vuelve a aplicar, esto se "olvida", es decir, que los Gobiernos, los militares, el sistema de justicia y policía y los medios que les sirven lo niegan o lo señalan directamente negando que esté sucediendo!!!

4. Siempre se realizan estas acciones de guerra sucia con intenciones políticas ejecutando gente en listas, en momentos en que el régimen se ve amenazado por procesos democráticos o porque se han puesto en evidencia las maquinaciones y la corrupción del mismo y es necesario ocultarlas. En este momento, Carlos Gaviria gana fuerza en las encuestas electorales, el partido Liberal y el expresidente Cesar Gaviria en su posición de oposición electoral al Gobierno (no al régimen) vienen acusando al Gobierno, con evidencia, de sus abusos y corrupción y se están dando y preparando enormes movilizaciones populares para el 1 y 15 de Mayo, las cuales son incontenibles, justas y un derecho a la libre expresión y solo pueden ser detenidas por la vía de la represión y de las medidas extraordinarias. Además, el Presidente, el Gobierno y el Estado se encuentran en este mismo momento afectados por el creciente escándalo relacionado con el DAS, o servicios secretos, cuando al más alto nivel, surgen a diario evidencias y testimonios directos señalando que esta institución (paralela por ejemplo al FBI de los EEUU), entrena, trabaja, coopera y es controlada por terroristas paramilitares, que está involucrada en el narcotráfico, que ha robado y desviado dineros y que cometió un fraude electoral en el 2002 a través del cual le consiguieron por lo menos 200.000 votos al actual Presidente Uribe. El Presidente premia al Director del DAS con un consulado en Milán, ataca a la prensa que señala estos hechos y tiene motivos para castigar al ex Presidente Cesar Gaviria, quien le ha exigido que responda a estos cargos. Uribe no puede no ser quien oriente y conozca todo esto y además, para la mayoría de los colombianos, el escándalo del DAS pone en evidencia la relación, infiltración y toma del Gobierno y del Estado por parte de narcotraficantes y paramilitares que son de hecho el Gobierno actual

5. Existen contradicciones graves en las versiones dadas por las autoridades sobre el asesinato de Liliana Gaviria ya que inicialmente aseveran que su escolta murió en intercambio de fuego, que la intención de los criminales no era matarla sino secuestrarla. La evidencia señala que el escolta era a la vez el conductor de Doña Liliana, es decir, que no tenía más protección. Que el Gobierno le había retirado escoltas y vehículos blindados a la señora tan pronto como el ex Presidente Gaviria asumió la Dirección del Partido Liberal, es decir, la oposición, y que un Centro de Atención Inmediata de la policía que existía en la zona donde fue asesinada, había sido "removido" recientemente. Es decir, que unos sicarios en moto se acercaron al vehiculo y asesinaron al escolta-chofer y un poco mas adelante, golpearon y asesinaron a la hermana del ex-Presidente.

6. La estrategia de encubrimiento del Gobierno y los medios para encubrir y confundir que viene siendo utilizada incluye, además de tergiversar y manipular la evidencia en versiones contradictorias y aparecer compungidos ante un crimen del que son los primero y más evidentes sospechosos en derechos, es:

a. Intentar acusar a la insurgencia, en particular a las FARC o a la delincuencia común.

b. Como esto no tiene credibilidad y genera ira y rechazo en la familia del ex-Presidente y en la mayoría de la ciudadanía, modificar la versión y señalar a los paramilitares como sospechosos (lo cual es creíble), pero crear una historia en la que mezclando realidades y mentiras, éstos aparecen como un grupo especifico, una excepción a la regla o mentira oficial (reinsertados ahora en paz y sin vínculos con el Gobierno) y vinculados con el narcotráfico (lo que es por principio y de hecho una redundancia, pues son narcotraficantes). De esta manera confunden la verdad: el Gobierno Uribe, un Gobierno paramilitar que ha ido avanzando en establecer un Estado paramilitar totalmente comprometido con el narcotráfico (y apoyado totalmente por los EEUU), es el principal sospechoso de asesinar a Liliana Gaviria a través de la estrategia militar-paramilitar (cada vez mas inseparables).

c. Como es claro que este tipo de acciones históricas no solamente corresponden con el accionar permanente de este Gobierno contra organizaciones, personas y procesos a través del terror, el engaño de los medios y la impunidad en hechos recurrentes, sino que pone en evidencia una seria de asesinatos que se vienen dando ya, al que se suma el de Liliana Gaviria, lo que expone la "lista de muerte" que se viene ejecutando, los medios, en particular el diario El Tiempo que regula los medios en Colombia, reacciona en defensa del establecimiento señalando los asesinatos de la lista y diciendo que no hay lista porque son inconexos, para destruir la sospecha nombrándola. Ver el Editorial de El Tiempo de hoy (29 abril): http://eltiempo.terra.com.co/opinion/reda/2006-04-29/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2865798.html que concluye: "Varias muertes de personas cercanas a miembros de la oposición han ocurrido en el último mes: Jaime Gómez, asesor de Piedad Córdoba (no está claro que haya sido un homicidio político, pero la familia así lo afirma); Álvaro Garnica, militante del Polo Democrático y hermano del jefe de debate del candidato Carlos Gaviria, asesinado en Montería, y ahora la hermana del director del Partido Liberal. Nada indica hasta ahora que haya un patrón o conexión entre estas muertes. Pero el Gobierno debe tomar medidas de emergencia para esclarecerlas cuanto antes."

d. Uribe aparenta estar avergonzado por las "fallas" en protección a Doña Liliana y pretende lamentar el crimen, con la intención de hacer creer a la gente que siente vergüenza y que no está involucrado, lo cual no cree la familia Gaviria y la mayoría de la gente porque constituye una estratagema recurrente de su parte cuando se ve involucrado en la cadena de horrores. La otra estrategia es acusar a las victimas, como en el caso de San José de Apartado y muchos otros.

e. Lo anterior se ve respaldado porque el texto siguiente, aparecido en indymedia, ha sido más visitado a partir del asesinato de Liliana Gaviria que nunca antes y que las reacciones y comentarios a los artículos de los medios sobre este hecho respaldan lo dicho arriba. Es decir, que los medios reaccionan para encubrir al Gobierno y que el Gobierno y los medios se coordinan y están pendientes de la reacción para responder a ésta. http://colombia.indymedia.org/?pageid=av-more-web-results-controller “Condenamos el vil asesinato de Liliana Gaviria. El Cartel de Medellín asesinó a Rodrigo Lara Bonilla también inmediatamente antes de la conmemoración del 1° de Mayo por los trabajadores, el 30 de abril de 1984. El mismo Cartel secuestró al procurador Carlos Mauro Hoyos el 25 de enero de 1988, lo asesinó y tiró su cuerpo en la vía. En la misma forma ha muerto Liliana Gaviria. Su hermano, el ex-presidente César Gaviria ha denunciado abiertamente los vínculos del uribismo con el narcoparamilitarismo. Le han cobrado muy cruelmente. También han asesinado a Jaime Gómez asesor de Piedad Córdoba y al profesor Álvaro Garnica del PDA, cuando salía de una manifestación de Apoyo a Carlos Gaviria en Montería; y siguen asesinando dirigentes sindicales y líderes populares. La mafia uribista está nerviosa por la vertiginosa caída de su candidato en las encuestas, y multiplican los asesinatos. Colombia está en grave peligro: Digamos ¡No al Narcofascismo!”

f. El editorial de El Tiempo y el Gobierno empiezan a aseverar que existen delincuentes, frentes (Cacique Pipinta) y grupos que o no existen o no tienen relación con este hecho o simplemente no es cierto y confunde. Lo que pone en evidencia que existe, como parte de la estrategia de terror, la estrategia de "encontrar y castigar culpables". La usual cadena de chivos expiatorios. Un escenario muy probable y utilizado muchas veces es por ejemplo que los mismos "paras" señalen y asesinen a "los responsables" con lo cual pretenden encubrir la verdad, limpiar al Gobierno y cerrar el proceso.

Por descabellado que parezca todo esto, lo descabellado seria proponer interpretaciones distintas a ésta en sus rasgos fundamentales. Quienes planifican estos horrores, también calculan reacciones y predicen escenarios. Ponerlos en evidencia es salvar la vida de mucha gente, defender la justicia y promover la democracia y la libertad que están amenazadas en Colombia, y desde Colombia, por un narco-fascismo en el poder, apoyado por el Gobierno de los EEUU. La única manera de evitar que Colombia se hunda en la dinámica cíclica y en el espiral de muerte e impotencia que nos ahoga, es detener el terror, des-encubrir a los criminales y respetar el derecho a la vida y a la justicia en paz que viene avanzando en el proceso democrático y en las movilizaciones populares. El pueblo debe seguir adelante en la construcción de la alternativa que merece y el mundo debe manifestarse y movilizarse para que no vuelva a ser la muerte y el terror las que consoliden un régimen ilegitimo que solo puede sostenerse en la guerra permanente contra los pueblos. Desde Colombia se define el futuro de las Américas: narco-fascismo corporativo transnacional por el terror o democracia popular, paz y justicia por los pueblos.