Latina

Peru: dichiarazione dell'Oilwatch rispetto alla riunione annuale dei governatori del Banco Interamericano di Sviluppo (BID)

Il BID e' considerato responsabile di finanziare progetti distruttivi per l'impatto sociale, ecologico e adirittura responsabile di lesione dei diritti umani.
Come a Milano per il Forum internazionale "ControBID", anche a Lima si sono date appuntamento numerose associazioni per denunciare le politiche e i finanziamenti del BID.
26 marzo 2004
Cristiano Morsolin
Fonte: ww.selvas.org
www.oilwatch.org.ec

POSICIÓN DE OILWATCH FRENTE
A LA REUNIÓN ANUAL DE GOBERNADORES DEL BID EN LIMA

Introducción
En Lima se esta realizando la cuadragésima quinta Asamblea Anual de
Gobernadores del Banco Interamericano del Desarrollo BID que esta convocando
mas de 4.000 personas.
Las organizaciones y movimientos de la sociedad civil (entre las cuales
Plataforma DDHHDD, CONADES, CEAS, Red Jubileo 2000, Campaña por el derecho a
la vivienda digna, CONACAMI, GRESP, CCP) están articulando varios encuentros
por ³apostar por una economía al servicio de la persona y discutir el modelo
económico, el rol que las instituciones del sistema financiero
internacionales y el BID en particular juegan en el proceso².
Durante el forum ³Impactos ambientales de los proyectos del BID: hablan los
pueblos originarios² en programa este jueves 26 de marzo, Esperanza Martinez
­ coordinadora internacional de la red mundial OILWATCH, presenta este
documento.
Oilwatch (www.oilwatch.org.ec) es una red internacional de 120
organizaciones ecologistas, de derechos humanos y de comunidades locales,
que apoya la resistencia a las actividades de explotación de gas y petróleo
en los trópicos y denuncia sus impactos locales y globales desde una
perspectiva de países del Sur.

Gobernadores de la colonización
En el contexto de la reunión de gobernadores del BID, a realizarse en Lima,
Perú, del 29 al 31 de marzo, OILWATCH quiere recordar que las políticas de
la Banca Multilateral han sido duramente cuestionadas en todo el mundo por
los impactos sociales y ambientales que han generado sobre los países no
industrializados.
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano
para el Desarrollo, y otras instituciones financieras, se articulan entre si
como eslabones de una cadena en la que cumplen roles para un objetivo común:
el acceso y control de los recursos de los países del sur en favor de los
países del Norte industrializado.
En el caso de América Latina estos ³bancos² y particularmente el BID, han
ido moldeando y organizando la región hasta convertirla en fuente de
recursos naturales y de mano de obra barata, en el basurero de desechos y en
el sitio de experimentación tecnológica y militar de los Estados Unidos.
Nuestra región está siendo repartida entre empresas transnacionales para
lograr el control del agua, biodiversidad y recursos minerales,
particularmente el gas y el petróleo.
El BID, como parte de esta estrategia financia proyectos energéticos que
causan irreparables daños al medio ambiente, así como violaciones a los
derechos de los pueblos. El BID ha invertido en reformas estructurales para
la desregulación y privatización del sector energético y es también
responsable de la construcción de infraestructura para incrementar la
extracción intensiva de recursos naturales hidrocarburíferos en
Latinoamérica.
Esta reunión se da en el contexto de la aprobación y desembolso del préstamo
para el proyecto de Camisea por parte del BID. Tiene una significación
especial porque los directivos del BID buscan un espaldarazo de todos sus
miembros, es decir de los gobernadores de los 46 países, ante un proyecto
que ha sido cuestionado desde hace dos décadas, por sus impactos en el Perú,
particularmente para la selva y sus pueblos originarios.
El Proyecto Camisea busca extraer el gas natural en la selva peruana dentro
de la Reserva Indígena Nahua-Kugapakori (donde habitan varios pueblos en
situación de aislamiento, con gran vulnerabilidad cultural y física) y
transportarlo a través de un gasoducto de 730 Km. que atravesará el Parque
Nacional Otishi y las Reservas Comunales Mashiguenga y Ashaninka, varias
zonas de criaderos y pastoreo tradicionales de alpaca, y varias ciudades,
hasta la costa en Lima. Además se construirá otro ducto de líquidos
derivados de 560 Km. y se creará una planta de fraccionamiento y toda una
infraestructura para buques cisterna dentro de la zona de amortiguamiento de
la Reserva Nacional de Paracas, única área protegida marino costera del país
y zona protegida por la Convención Ramsar.
El Proyecto, en todas sus fases causará impactos severos al medio ambiente y
a las poblaciones locales. Amenaza la vida de los pueblos en aislamiento
voluntario y de otras comunidades indígenas, zonas protegidas y áreas
frágiles en los Andes peruanos y las actividades de turismo que se llevan a
cabo en la región costera de Paracas.
El proyecto ya ha producido impactos ambientales y culturales severos en la
selva y tendrá efectos peores a lo largo del tiempo (está proyectado a 40
años) como la colonización no planificada, deforestación, contagio por
enfermedades a las poblaciones indígenas, vulneración de derechos
territoriales de los pueblos indígenas, violaciones a los derechos
colectivos, etc.
Las amenazas del proyecto son evidentes y han sido documentadas por diversos
actores públicos y privados; tanto así que el propio Banco de Exportaciones
e Importaciones de EE.UU. (ExIm) retiró su oferta de financiamiento al
comprobar lo insostenible del proyecto Camisea gracias a la presión por
parte de grupos de indígenas y ecologistas.

El financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, si bien no es el
más importante en cuanto a su porcentaje, es decisivo ya que está anclado al
posible financiamiento de las otras entidades bancarias. El interés del BID,
se explica claramente al ser uno de los principales impulsores del IIRSA
(Integración de Infraestructura Regional de Sudamérica), junto con la CAF y
FONPLATA. En el proyecto participan también el Citigroup, Hunt Oil -un
consorcio de Texas que ha sido un firme contribuyente de la campaña del
presidente George W. Bush-, y Pluspetrol y Techint de Argentina.
Para el BID, los bancos privados, las entidades del Estado y muchas ONGs que
caen en su juego, el proceso de consulta a los pueblos afectados es un mero
requisito para garantizar el financiamiento de los proyectos, y lo han
convertido en un proceso de acoso a las comunidades, pues no reconocen su
derecho a decir NO. Las llamadas consultas a la Sociedad Civil de la Banca
Multilateral para la revisión de políticas, en cuanto a pueblos indígenas o
a las industrias extractivas, se han creado para neutralizar las protestas
en su contra, por parte de las poblaciones locales y de distintas
organizaciones.

El BID pretende resolver los graves impactos presentes - y potenciales -, y
dar salida a la resistencia con una propuesta de monitoreo y participación.
Es como si vigilar el asalto hiciera menos grave al delito.
El proyecto de Camisea debe ser visto como parte de esta estrategia regional
de ocupación del espacio y territorios y de acceso a los recursos naturales
en Sudamérica, a través de una infraestructura gigantesca que, de seguro,
beneficiará con creces a sus inversores pero de nada servirá a los intereses
nacionales y de las comunidades.
Los proyectos de integración regional son un nuevo golpe a la soberanía de
los pueblos con los que se aumentará el saqueo, el endeudamiento del Perú e
incrementará su dependencia.
Este proyecto es un freno a las alternativas con que las comunidades buscan
enfrentar los problemas locales y globales. Su resistencia debe ser
reconocida como uno de los esfuerzos serios para resolver la crisis global
del planeta.

Por lo expuesto,
OILWATCH repudia las acciones e intenciones del BID de seguir con sus afanes
de financiar proyectos energéticos en la región.

OILWATCH ratifica nuestro total respaldo a las comunidades que resisten al
proyecto Camisea y a las organizaciones que las apoyan.

OILWATCH se compromete a enfrentar los nefastos proyectos energéticos
fomentados y presionados por el BID en todo el continente, trinchera por
trinchera.

Secretaría Internacional OILWATCH
www.oilwatch.org.ec

Note: Cristiano Morsolin, periodista y operador de redes internacionales.
Fundador del Observatorio Independiente sobre región Andina SELVAS ­
www.selvas.org
Trabaja en Lima en la cooperación internacional y colabora con Ivonne Yanez,
coordinadora por Latinoamérica de OILWATCH.

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