Latina

Honduras : comunicato del COPINH

12 ottobre 2004
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH (Barrio Lempira, Intibucá, Intibucá, Honduras, Centroamérica)


Per Montaña Verde, la Solidaridad Internacional

Inviamo saluti fraterni a tutte le organizzazioni ed a tutte le persone solidarie in America Latina e nel Mondo.

In particolar modo vogliamo ringraziare tutti coloro che il 2 settembre scorso hanno risposto al nostro appello di solidarietà, realizzando azioni e facendo pressione per la libertà dei nostri compagni Marcelino e Leonardo Miranda (che sono stati vittime di ogni tipo di abuso come cattura illegale, torture, violazioni al processo, ecc.) e per la fine della sistematica repressione contro i leaders indigeni e comunitari di Montagna Verde.
Tanto da parte nostra come da parte dei compagni ingiustamente incarcerati, ringraziamo profondamente le vostre manifestazioni di solidarietà e vi preghiamo di continuare con le stesse.

Le notizie sulle forti azioni e denunce in Argentina, Guatemala, Messico, Repubblica Dominicana, Italia, Stati Uniti, Canada, Germania, Spagna, ecc., hanno richiamato l’attenzione del potere giudiziale e del resto delle autorità del nostro paese, ciò dá un grande impulso per una possibile liberazione dei fratelli Miranda.

In questi giorni, anche grazie alle vostre e nostre azioni congiunte, la Sala Penale della Corte Suprema di Honduras sta revisionando l’accusa di assassinio contro i nostri compagni (la cui sentenza di 25 anni di carcere era stata ratificata dalla Corte d’Appello) ed esaminando l’espediente alla ricerca di irregolarità. Apparentemente sarebbe un compito facile, sarebbe più difficile trovare una parte del giudizio che NON abbia irregolarità, abusi e violazioni al processo ed ai diritti umani fondamentali. Aggreghiamo una breve esposizione degli infiniti abusi commessi contro i nostri compagni, scusate se non siamo riusciti a fare la traduzione in tempo.

In questo momento, quindi, è assolutamente importante che arrivino ulteriori dimostrazioni di preoccupazione e di solidarietà internazionale. Vi preghiamo di continuare con azioni di protesta telefonando, faxando, scrivendo e-mail o lettere ed altro alle Ambasciate ed ai Consolati di Honduras nei vostri paesi, ai vostri rispettivi Ambasciatori e Consoli qui in Honduras e direttamente alla Corte Suprema, esigendo la libertà immediata dei compagni Miranda (arrestati per la loro lotta in difesa del territorio comunitario di Montagna Verde e le sue risorse naturali) e denunciando gli abusi che rispecchiano la sistematica repressione contro i leaders indigeni e popolari in Honduras

¡LIBERTAD PARA MARCELINO Y LEONARDO MIRANDA!
¡JUSTICIA Y TIERRA PARA MONTAÑA VERDE!

Intibucá, Intibucá, el 11 de octubre del año 2004.

I. REPRESIÓN SISTEMÁTICA CONTRA MONTAÑA VERDE

Territorio y Recursos Naturales
Las comunidades de Vertientes y Planes, Montaña Verde, se encuentran en el municipio de Gracias, departamento de Lempira. Los habitantes, decendientes de indígenas Lencas, tienen antiguos títulos comuneros, que de acuerdo a la ley, se tiene que respetar. Por la riqueza de la tierra y los recursos dentro del territorio, por décadas terratenientes poderoso de la región han intentado de usurpar la tierra, para aprovechar la madera, sembrar fincas de café, y usarla como zona ganadera. Trajeron centenares de ganado cada año, guardados por hombres armados, establecieron un aserradero, sembraron café, y mandaron un grupo armado a establecer una campamento para cercar el terreno.
Poco a poco, las comunidades se organizaron para defenderse – expulsaron el aserradero, el campamento, prohibieron la entrada de ganado ajeno. Decidieron luchar por la tierra, uniéndose al Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, la cual estaba luchando fuertemente para el reconocimiento del territorio indígenas, logrando títulos comunitarios en nombre de los Consejos Indígenas.

La ensalada de cargos criminales
Los terratenientes cambian de estrategia, y dirigen la persecución hacia los más destacados líderes comunitarios y miembros del Consejo Indígena de Montaña Verde. En colaboración con los mismos individuos de Mejocotes que habían trabajado por los terratenientes en el hostigamiento de Montaña Verde, y con la cooperación del corrupto sistema judicial, empiezan las acusaciones formales contra líderes comunitarios.
Hasta la fecha, han incluido usurpación, robo y daños, allanamiento de morada y amenazas de muerte, hurto de ganado mayor, lesiones, asesinato, y atentado, varios miembros del Consejo Indígena siendo acusados de varios delitos.
En febrero del 2001, Felipe Bejerano, Vice Presidente del Consejo es capturado y encarcelado por robo y daños. El siguiente año en febrero, un operativo entró en la comunidad de Vertientes en la noche, capturando violentamente a Luis Benítez, Coordinador de la Tierra y del Medioambiente del Consejo, por los mismos cargos. Permanecen encarcelados hasta abril del 2003, cuando se les declara no culpable por falta de evidencia.
Los juicios que no se han resuelto todavía son asesinato, lesiones y atentado. Marcelino Miranda, Coordinador de Asuntos Legales, y Leonardo Miranda, líder comunitario de Planes, están injustamente privados de su libertad, y siguen vigentes órdenes de captura para varios otros miembros del Consejo Indígena.

II. CAPTURAN, TORTURAN A MARCELINO Y LEONARDO MIRANDA

8/9 de enero de 2003
Un operativo de 28 policías, fuerzas especiales Cobras, y civiles armados entra en la comunidad de Planes, Montaña Verde a eso de la medianoche. Sin identificarse ni presentar una orden de captura ni allanamiento entran en la casa de Marcelino Miranda, capturándole ilegalmente, y amenazando a muerte a él y a sus familiares. Fuera de la casa le golpean.
Otro grupo de policías dispara contra la Casa Comunal, el edificio del Consejo Indígena, donde a veces miembros del Consejo dormían por temor que se ataque a sus familias en la noche. Rompen la puerta y la ventana. Al regreso, disparan en la dirección de los vecinos que habían salido a ver qué estaba pasando, prohibiéndoles de acercarse a donde estaban torturando a Marcelino.
Otro grupo rodea la casa de Eleuterio y Leonardo Miranda. Disparan contra la casa, tirando gaz lacrimógeno al dentro. Salen todos menos Leonardo, y son obligados a tirarse en un charco, apuntados con armas, incluso niños pequeños, la madre de los Miranda de 80 años, y las esposas de Leonardo y Eleuterio, ambas embarazadas. Cuando sale Leonardo a las 6am, de acuerdo a la ley (la Constitución establece el derecho al domicilio, permitiendo allanamientos por las autoridades solamente entre las 6am y 6pm), es capturado y brutalmente golpeado.
Las dos capturas se efectuan sin la presencia de un juez ni fiscal, presencia obligada por la ley.
En el camino hacia Gracias, Lempira, son golpeados. Cuelgan fusiles del cuello de Marcelino. Sumergen la cabeza de Leonardo repetidas veces bajo el agua helada de una quebrada, hasta medio ahogarse, método de tortura conocido como ‘el submarino’.
En la paila de la patrulla entre Potrerillos y Gracias, siguen golpeándoles, también apagando cigarros en sus oídos y caras. Colocan una piedra en la boca de Leonardo y le ponen boca abajo, golpeándole. Un agente Cobra le acuchilla atrás de la oreja con un yatagán.
Al llegar a la sede de la policía en Gracias, Leonardo está sin conciencia, pero los dos son golpeados otra vez mientras detenidos en las celdas por un grupo de policías.

9 de enero de 2003
Dos agentes de los Asuntos Internos de la Policía, Wilfredo Ortega y otro, entran al hospital Juan Manuel Gálvez, donde fueron admitidos los hermanos Miranda a petición de un representante del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, CONADEH. Intentan sacar a Leonardo del hospital, lo cual es prevenido por la enfermera de turno.

6 de abril de 2003
Mientras se realiza un registro del Centro Penal de Gracias, entran dos agentes Cobras – Wilson Gerardo Santos y Oscar Armando García Maderos. Ambos habían participado en el operativo del 8-9 de enero. Separan a los hermanos Miranda en otra parte de la cárcel y les golpean, amenazando de que si salgan, los matarían.

2 de junio de 2003
Dos agentes de los Asuntos Internos de la Policía entran al Centro Penal, y entrevistan Marcelino y Leonardo, uno por uno. Durante la entrevista con Leonardo, el agente Wilfredo Ortega coloca una pistola a la cabeza de Leonardo, obligándole a firmar unos documentos cuyo contenido es desconocido. Leonardo niega firmar, y la entrevista es terminada por el encargado de la seguridad de los reos, quien vio el abuso.

III. EL CASO DE ASESINATO

22 de mayo de 2001
El cadáver de Juan Reyes Gómez es encontrado en un pequeño sendero entre Planes y Vertientes, a las 8:40 de la noche. El alcalde auxiliar y otras autoridades comunitarias levantan el cuerpo y elaboran un informe, desconociendo motivos ni sospechosos del homicidio.

24 de enero de 2003
Ya estando presos Marcelino y Leonardo Miranda por otros cargos, aparecen dos supuestos testigos – Manuel de Jesús Benítez Perdomo y Lorenzo Bejerano. Ambos declaran que entre 5:30pm y 6pm, mientras que Marcelino estaba trabajando en la construcción de su casa junto con familiares de Reyes Gómez, vieron a Marcelino Miranda disparar contra Juan Reyes Gómez, y que en seguida Tiburcio Bejerano, Marcos Reyes, Margarito Vargas, Feliciano Pineda y Leonardo Miranda le golpearon con machetes. Todos ya tenían otras acusaciones, Tiburcio, Marcos y Margarito siendo miembros del Consejo Comunal Indígena de Monatña Verde. Durante el juicio se cometen varios graves abusos y violaciones al derecho al debido proceso.

18 de septiembre de 2003
Varios policías, el Juez Atiliano Vásquez, el Fiscal Julian Cerrato, el testigo Manuel de Jesús Benítez Perdomo y otros, van a Montaña Verde, junto con el abogado defensor y miembros de la comunidad, para realizar la exhumación, la reconstrucción de hechos, y la inspección al lugar de los hechos.
Acompañan el juez dos civiles armados, supuestamente empleados del Juzgado de Gracias, mandados para proteger el juez, cargando AK47s, armas ilegales en Honduras, sin comentario ninguno del juez, fiscal ni de los agentes policiales.
La exhumación no se realiza ese día porque no trajeron herramientas los empleados estatales de medicina forense.
El testigo Manuel Benítez hace la ‘reconstrucción de hechos’ en un sitio falso, a 700m de la verdadera escena del homicidio. El lugar escogido por el testigo tiene características totalmente diferentes de la descripción del lugar en su testimonio, el cual corresponde con el verdadero sitio, lo que quedó muy claro en la inspección del lugar de los hechos, donde el juez manifestó que era evidente que el testigo era falso. No obstante, el juez luego da validez al testigo, diciendo que no pudo encontrar el sitio debido a que la presencia de la gente de la comunidad le hizo nervioso.
Durante el día, un agente del Estado llama por radio a la Fiscalía en Gracias, alegando falsamente que habían desparecido el juez y unos agentes de la policía, información que es confirmada por la policía y entonces anunciado por los medios de comunicación locales y nacionales, en unas versiones mencionando hasta heridos y muertos. Mandan un helicóptero policial, y se crea una situación de caos en Gracias.

16 de diciembre de 2003
En la tarde del último día hábil del año antes de salir en vacaciones todos los empleados del juzgado, el Juez Atiliano Vásquez notifica por la tabla de avisos al abogado defensor que Marcelino y Leonardo Miranda se encuentran culpables de asesinato, dictándoles una sentencia de 25 años en la cárcel nacional Támara.
El dictamen de la sentencia condenatoria se basa principalmente en las declaraciones de los testigos Lorenzo Bejerano y Manuel de Jesus Benítez Perdomo, quien ni se presentó a la reconstrucción de hechos. El testimonio de Benítez fue presentado únicamente en el periodo de sumario, así que de acuerdo a la ley no tenía la posibilidad de ser considerado como prueba, porque no se presentó en el periodo probatorio. La falsedad del testimonio de Bejerano quedó en evidencia durante la reconstrucción de hechos.
La sentencia también se fundamenta en el informe balístico, que señala categóricamente que no se puede confirmar si el metal encontrado en el cuerpo de Reyes Gómez durante la exhumación es parte de una bala o no. Además, el informe no fue propuesto como prueba, demostrando otra contradicción más en la sentencia.
El juez demuestra su completa confabulación con la parte acusadora al valorar unos testimonios falsos del periodo de sumario que ni fueron propuestos como prueba, ignorando los 10 testigos de la defensa que se presentaron en el periodo probatorio.

En junio de 2004, la Corte de Apelaciones en Santa Rosa de Copán ratificó la sentencia condenatoria, la cual está actualmente en apelación ante la Corte Suprema de Justicia de Honduras.

Note: Para mayor información, o para apoyar a los compañeros presos y sus familias, contacte:
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH
Barrio Lempira, Intibucá, Intibucá
Telefax 504-783-08-17
copinhonduras@yahoo.es


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