Latina

La realtà haitiana

Il omitato internazionale della Croce Rossa denuncia che Haiti si trova nel pieno di una grave crisi umanitaria cronica provocata dall'insieme di diversi fattori, come la instabilità politica, violenza e disastri naturali
10 giugno 2005
Fonte: adital

Adital - "Haití se encuentra en medio de una crisis humanitaria crónica, provocada por una conjunción de factores como inestabilidad política, violencia y desastres naturales recurrentes". La conclusión es del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICV), según el cual, solamente en los últimos 10 años, el país sufrió 20 grandes desastres naturales. Los últimos dos, las lluvias torrenciales y las inundaciones, en mayo de 2004, y el paso del huracán tropical Jeanne, en septiembre, provocaron la muerte de cerca de 5 mil personas, y dejaron miles de heridos. Aproximadamente 400 mil personas perdieron sus casas.

Al mismo tiempo, la inestabilidad política aumentó en forma alarmante desde la crisis que asoló al país, después de la partida del presidente Jean-Bertrand Aristide, a comienzos del 2004. Cientos de personas fueron muertas por tiroteos, desde que una nueva ola de violencia se abatió sobre la capital, Puerto Príncipe, a fines de septiembre de 2004.

Además, varios grupos armados están presentes en el país, formados por integrantes de las antiguas fuerzas armadas, personas que apoyaban al ex-presidente Aristide y otros grupos con motivación política. La violencia esta exacerbada además por la presencia de bandas de delincuentes. La misión de estabilización de la ONU (MINUSTAH), enviada a Haití, está casi en el máximo de su fuerza, con una presencia actual de 6 mil soldados. Están conduciendo intervenciones regulares al lado de la Policía Nacional Haitiana (PNH), sobre todo en la capital, pero también en el resto del país.

"Es en estas condiciones que el país está preparándose para realizar elecciones al final del año", alerta el CICV.

Para empeorar el escenario, los haitianos carecen de servicios básicos y viven atemorizados por la violencia motivada por razones políticas y por la actividad delictiva común."La línea que separa las dos formas de violencia está cada vez más difícil de ser distinguida", afirma el Comité.

Esto sucede particularmente, en Cité Soleil, una villa miseria de cerca de 500 mil personas, en la periferia de Puerto Príncipe. Hasta el reciente trabajo del CICV y de la Cruz Roja Haitiana en un proyecto de agua y saneamiento, Cité Soleil no disponía de servicios públicos, de cloacas que funcionen o de sistema de desagüe sanitario. El acceso al agua potable era restringido.

Otro factor que contribuye bastante al aumento de la violencia y de la delincuencia fue la liberación de casi todos los presos del país, cerca de 4 mil personas, cuando la mayoría de las prisiones fueron quemadas y saqueadas, en febrero y marzo de 2004. Fueron necesarios varios meses para reconstruir y poner nuevamente las prisiones en funcionamiento. En este intermedio, los presos que fueron recapturados y los recién llegados eran frecuentemente alojados en instalaciones con superpoblación.

Otra consecuencia de la violencia política y delictiva son los cientos de cuerpos que terminan siendo sepultados en forma apresurada en sepulturas sin identificación, en depósitos llenos de basura alrededor de las ciudades, antes que ser amontonados en la morgue principal de Puerto Príncipe. Cerca de 200 cuerpos son dejados de esta manera todos los meses, solamente en la capital.

Actualmente, el CICV está liderando las actividades del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y del Creciente Rojo en Haití. El Comité está concentrándose en mantener el diálogo con todos aquellos que portan armas, desde la fuerza de estabilización de la ONU, hasta la policía haitiana y los antiguos integrantes de las fuerzas armadas, además de los miembros de varios otros grupos.

Un proyecto esencial es el que fue implementado en Cité Soleil, aunque sea bastante poco común para el CICV trabajar en un ambiente como éste. El proyecto de agua y saneamiento lanzado con participación de la Cruz Roja Haitiana, a mediados de 2004, fue planeado para no sólo lidiar con un problema humanitario de proporciones aterradoras, sino también para establecer contacto con los integrantes de grupos delictivos, como los que apoyan a Aristide, las fuerzas de las Naciones Unidas y los oficiales de la policía haitiana que patrullan el área.

En los primeros meses de 2005, el CICV también visitó 30 lugares de detención, incluyendo prisiones y delegaciones de policía y monitoreó el tratamiento y las condiciones materiales de más de 90 detenidos por motivos de seguridad. Los delegados registraron 67 nuevos prisioneros durante este período.

La institución colocó nuevamente en operación instalaciones de agua y saneamiento en prisiones escogidas y suministró productos de higiene e ítems recreativos a las cárceles, en la medida de la necesidad. Está siendo planeado un curso de entrenamiento orientado a las enfermeras que trabajan en las prisiones.

El CICV y la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y del Creciente Rojo están trabajando juntas para mejorar la capacidad de la Cruz Roja Haitiana, de tal manera que ella esté en una mejor posición para responder los desafíos del futuro. El esbozo de un plan de acción para el período del 2005 al 2008 fue discutido en el Movimiento y fue sometido a la aprobación del consejo de directores de la Cruz Roja Haitiana. El CICV también dio a los voluntarios entrenamiento intensivo en técnicas de búsqueda de personas.


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